Médicos que dejan huella.
Era el año 1995 en el que murió mi padre, el Doctor Don Ernesto Sánchez Villares, Lola Flores ..............
Mi padre en mi casa con ingreso a domicilio gracias a mi médico de familia Don Antonio Santos Bartolomé que me ayudó para poder compaginar mi vida familiar y poder cuidar de mi padre que llevaba dos meses ingresado en el hospital, él con mucho cariño le visitaba, no le faltó medicación, y el cariño mío, de mi marido y de mis hijas, gracias Doctor por ese gran apoyo que tuve , eternamente agradecida por las visitas a mi casa en Parquesol desde Arturo Eyries su ambulatorio, cuantas visitas ...su profesionalidad y su labor humanitaria es digna de admirar, jamás olvidaré su nombre y su humanidad , nos cuidó a todos muy bien ya que la enfermedad de cáncer de pulmón de mi padre me llevó a una pena que gracias a su apoyo psicológico y con medicación pude superar.
Don Ernesto Sánchez Villares pediatra que el 1961 gracias a él estoy en este mundo pues nací con 1500 gr. de peso y en Salamanca en el Hospital de la Santísima Trinidad. Don Ernesto se empeñó y consiguió que yo hoy esté dedicándole estas líneas entrañables, cariñosas con admiración como la que mis abuelos de Villavieja de Yeltes, Fermín y Esperanza no paraban de repetirme que me salvó la vida, ellos se ocuparon de mí pues mi madre era minusválida.
Cuando ya casada y viviendo en Valladolid... me llega mi hija con una carta del cole que hay una charla impartida por Don Ernesto Sánchez Villares, emocionada de poder conocer el médico que me salvó la vida, del que tanto había oído hablar en mi casa, no falté, le saludé efusivamente y le conté y mil gracias le di por todo lo que hizo por mí y su labor profesional, fue un encuentro especial yo fui la mujer más feliz del mundo y él ya mayor , con unos ojos que trasmitían una paz y amor cálido y humano me lo contó....jamás podré olvidarlo mientras viva.
Lola Flores salió en la tele en las noticias el día que falleció, pero Don Ernesto Sánchez Villares que su labor profesional y humanitaria salva vidas....no;
Hoy, la calle junto al ambulatorio de Arturo Eyries en Valladolid lleva con orgullo el nombre de este pediatra, DOCTOR con mayúsculas que descanse en paz y me siga cuidando desde el cielo.
UN ABRAZO A TODAS ESAS PERSONAS, UNAS NOS SIGUEN AYUDANDO, OTRAS YA NO ESTÁN CON NOSOTROS, NOS AYUDARON A QUE HOY ESTEMOS AQUÍ, ES UN MERECIDÍSIMO HOMENAJE QUE HUMILDEMENTE LE DOY CON TODO MI CARIÑO A ESOS MÉDICOS QUE SU LABOR DEJA HUELLA....
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