Santiago Muñoz-Fernández, autor de este estudio sobre la uveitis anterior aguda y Jefe de Servicio de Reumatología del Infanta Sofía.


Una inflamación ocular predice enfermedades articulares.
La uveítis anterior aguda
MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -


La aparición de uveítis anterior aguda, una inflamación ocular que conlleva enrojecimiento del ojo, dolor, lagrimeo e incluso pérdida de visión, puede servir para diagnosticar de forma precoz futuras espondiloartritis, una enfermedad reumática que afecta principalmente a las articulaciones vertebrales.

Así se desprende de los resultados de un estudio llevado a cabo en el Hospital Universitario La Paz de Madrid y publicado en la revista 'Arthritis & Rheumatism', que ha sido reconocido por la Sociedad Española de Reumatología (SER) como una de las mejores investigaciones del último año.

En dicha investigación trataron de comprobar si los pacientes con este tipo más frecuente de uveítis pueden presentar alteraciones en la inserción de sus tendones, ya que se trata de la afección ocular más frecuente en afectados por espondiloartritis, explica el doctor Santiago Muñoz-Fernández, autor de este estudio que ahora trabaja como jefe de Servicio de Reumatología en el Hospital Infanta Sofía de Madrid.
Para ello, reclutaron un grupo de control de 100 individuos a quienes se realizaron una sucesión de ecografías en codos, rodillas, plantas de los pies y talón de aquiles para evaluar la unión de los tendones al hueso.

De este modo, comprobaron que aquellos afectados por una uveítis sin una enfermedad reumática relacionada presentaban lesiones de los tendones "sin diferencias significativas" a las de los pacientes con espondiloartritis analizados. Como explica Muñoz-Fernández, en declaraciones a Europa Press, "pese a que el dolor había pasado desapercibido, se veía una inflamación subclínica en el tendón, con calcificaciones y, en algunos casos, hasta con erosiones".

Además, esta similitud fue mayor en los pacientes con uveítis que tenían positivo el gen HLA-B27, un marcador genético que ayuda a predecir estas enfermedades reumáticas.

Por ello, y dado que la espondiloartritis tiene unos seis años de evolución desde que comienzan los primeros síntomas hasta que se diagnostica, "este tipo de inflamaciones oculares pueden servir para predecir una futura complicación articular y prevenirla de forma precoz".

Aunque es necesario continuar esta línea de investigación, Muñoz-Fernández propone que todos los casos de uveítis anterior aguda idiopática, es decir, que no esté provocada por otras causas (como tumores o infecciones), deben ser analizados por un reumatólogo y sometidos a una ecografía para detectar este riesgo articular.

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