Alma, corazón y vida...


Brillando como el mar, que el cielo azul en él se refleja.
Ese sol esplendoroso, esa claridad de días sin grises nubes, con optimismo vital como quinceañera enamorada.
Ese trinar de los pájaros que escucho en la verde y cercana alameda.
Esas ranas, que al anochecer despiertas por que se yo, parece que alegres disfrutan regocijándose con encanto su baño, en el cercano riachuelo de claras aguas cristalinas.
Ese eterno disfrute de pequeñas y sencillas cosas, observando y viendo con esos ojos castaños que brillan con luz propia.
Ese alma, pura y tranquila que respira perfume de serena amistad, vagando en las blancas nubes, con bellos sueños de prosperidad.
Ese placer por agradar mis queridos sentidos, a los que arropo con cariño y sabias palabras para su armonía y bienestar.
Ese aura limpia como una patena, que presumo sin temor, del buen día y que se yo, que con merecidas vibraciones escucha mi corazón y en las noches de calor y también las frías de invierno te escribo yo un lindo cuaderno para tus ojos leer, que mis sentimientos cuentan, y no paro de sentir lo mucho que yo te quiero y no puedo vivir sin ti.

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