Gracias a Diario Médico .... podemos felicitaros ...
Muchas felicidades, que el nacimiento de vuestra hija Carmen os una mucho más y seáis muy pero que muy felices. Un abrazo.
Unidos por las guardias y por Carmen
Oncóloga y neurólogo del Hospital Infanta Sofía, de San Sebastián de los Reyes (Madrid), la llegada al centro cambió sus vidas: se conocieron, se casaron y han tenido una hija: Carmen.
Por el periodista de Diario Médico David Rodríguez Carenas - Jueves, 2 de Diciembre de 2010 - Actualizado a las 00:00h.
María y Gerardo, junto a Carmen, sólo discrepan en el fútbol: ella es del Barça y él del Real Madrid.
¿Cómo fue su llegada al hospital?
-María Sereno: Yo estaba contenta en Oncología de La Paz, pero me apetecía cambiar a un centro más pequeño y hacer cosas nuevas. Además, al hospital venía como jefe Enrique Casado, que es una persona muy emprendedora. Entré al segundo intento, en marzo de 2008.
-Gerardo Gutiérrez: Yo venía del 12 de Octubre. Quería iniciar un proyecto nuevo y hablé con Ambrosio Miralles, jefe de Neurología, que necesitaba a alguien especializado en Neuromuscular, como es mi caso. Y además vivía al lado del hospital. Cuando vi el anuncio del futuro hospital en el solar empecé a fantasear con la posibilidad de trabajar en él.
Gerardo: Publicamos casos clínicos, un capítulo de un libro y una revisión. Además, una hipoteca, una niña... Ha sido nuestro año más prolífico
¿Y el inicio de su relación?
-G.G.: Cien médicos de una edad parecida... era como un campamento.
-M.S.: Empezamos a hablar gracias a las guardias, que sacan lo mejor y lo peor de todos. Y decidimos irnos de vacaciones juntos, porque los dos queríamos ir a Sudáfrica.
-G.G.: En realidad no fue así. María entró en mi consulta buscando un cambio de guardia y yo le dije te vienes conmigo de vacaciones. Se quedó cortada, pero no lo rechazó, así que fuimos a la Feria del Libro, compramos uno de esos de 1.000 viajes que hay que hacer, e hicimos stop en una página: salió Sudáfrica.
¿Se fueron cuando todavía no estaban juntos?
-M.S.: No, empezamos a quedar, íbamos al cine... En junio consolidamos la relación y en julio nos fuimos a Sudáfrica. El viaje nos encantó y en octubre nos fuimos a vivir juntos.
-G.G.: Ella vivía en Embajadores y yo al lado del hospital. Eligió al candidato mejor situado.
-M.S.: A finales de año miramos un curso de enfermedades infecciosas que otro compañero del hospital, Eduardo Malmierca, organizaba todos los años. Incluía una rotación en el Hospital Rural de Gambo, en Etiopía. Nos interesamos y nos lanzamos a la aventura en verano de 2009. Fue una experiencia dura, porque además era nuestro único mes de vacaciones, pero fue increíble. Antes, en mayo, nos habíamos casado.
¿Qué enseñanza extrajeron del curso?
-G.G.: Se aprende mucho. Todos los médicos deberían tener esta experiencia, donde ves cómo era la Medicina antes y cómo es ahora en esos países.
-M.S.: Sería interesante que el hospital tuviera un programa de colaboración continua para ir allí, sobre todo para nutricionistas y endocinológos.
¿Ocultaban su relación en el hospital?
-M.S.: No. Gerardo es muy transparente y yo no lo desmentía.
Y en agosto de este año nació Carmen. ¿Guiño a la gerente, Carmen Martínez de Pancorbo?
-M.S.: Es una gerente excepcional, y estamos muy agradecidos, pero... Estábamos entre ese nombre y Esperanza (risas). Decidimos ese nombre, pese a que mucha gente decía que no era para un bebé. Carmen nació aquí, en el hospital, con la música del iPod que trajo Gerardo.
Echando la vista atrás, su llegada al hospital les ha cambiado la vida.
-M.S.: Hubo un antes y un después. Ahora estoy casada y tengo una hija. He hecho el viaje a Etiopía, que ha sido muy importante en mi vida, y además estoy trabajando muy a gusto.
-G.S.: No suelo mirar atrás, pero... Echo de menos un hospital grande, con residentes, pero las condiciones aquí son mejores. Por otro lado, en el 12 de Octubre trabajaba con mis padres y mi primo; quizás aquí también necesitaba una referencia familiar... Además, aquí el equipo es muy joven; somos un gran jefe y ocho neurólogos con diferentes orígenes e ideas.
Y este año, con Carmen, más cosas han cambiado.
-M.S.: El padre de Gerardo dice que son efectos colaterales. De todas formas, intentaremos que la vida no nos cambie tanto, continuando nuestros viajes y llevando a Carmen a Etiopía cuando pueda ser consciente de lo que hay allí.
-G.G.: En 2010 hemos publicado juntos dos casos clínicos, un capítulo de un libro y una revisión. Y además, una niña, una hipoteca... Ha sido nuestro año más prolífico.
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