DESAYUNOS TERAPÉUTICOS EN EL HOSPITAL INFANTA SOFÍA PARA ENFERMOS DE CÁNCER. ¡Muchísimas felicidades por la iniciativa, es un lujo la atención humanizada de la que disfrutan los pacientes!.

 

Dña Rosa Bermejo Directora Gerente del HUIS

 

 

 

Un equipo de primera. Gracias por humanizar la asistencia sanitaria

 y dar calidad de excelencia. Cada día estoy más orgullosa de trabajar en este pequeño hospital

donde siento como percibe el paciente mi esfuerzo y eso me da una auténtica alegría.

 

 

 

 

 

Vista nocturna del Hospital Infanta Sofía.

 

 

 

"Te ayuda mucho a sobrellevarlo"

"A lo mejor hay familiares de otros enfermos como papá, le dije a mi hija y hablamos sobre ello. Eso te ayuda mucho a sobrellevarlo", explica Getrudis. No se equivocaba. Ella es una de las familiares y pacientes que participan en los Desayunos Terapéuticos que ha puesto en marcha el Hospital Infanta Sofía para enfermos de cáncer.

Fuente:gentedigital.es/ Sandra Bravo (@sandrabravo_)
19/4/2013 - 06:42

"Para mí deberían ser todos los días, porque ayuda a salir de la habitación, a tomarte un café y evadirte un poco de lo que tienes aunque no te olvides", señala esta mujer.

Todos los lunes y miércoles, de 11:30 a 12:30 horas y bajo la tutela de la Dirección de Enfermería Mª Jesús Alcázar y varios voluntarios de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) ofrecen estos desayunos, que permite desconectar a familiares y pacientes de la enfermedad e intentar que su vida en el hospital, dentro de lo posible, sea lo más normal posible.

"Les permite salir, aunque esté en la misma planta, del ambiente hospitalario y relacionarse entre ellos. Se sienten acompañados y lo agradecen mucho", señala Virginia Vaca, coordinadora del voluntariado de la AECC. Asimismo, Vaca indica que muchos pacientes lo pedían, que necesitan hablar con otras personas que han pasado por lo mismo y ésta es una buena manera de hacerlo.
Cristina Melendo es la supervisora de esta Unidad y cuenta que desde que lo pusieron en marcha "está teniendo una gran acogida". "La gente lo necesita.
Comienzas ayudar en el mismo momento en el que intentas normalizar la vida de una persona, si tú tienes un espacio que les devuelva a la normalidad de su vida anterior, aunque sea tres segundos, merece la pena", señala Melendo.

Más humanizado
Isabel, Mamen y Maruja son tres de las voluntarias de la AECC que consiguen que este entorno esté más humanizado y aseguran que al final "los pacientes se lo pasan bien". Son alegres y no dudan en compartir su tiempo para ayudar a los demás. "Empiezan contando sus angustias, pero en el momento que hablan se les cambia el chip y al final acabamos incluso riéndonos", señalan.