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Un equipo multidisciplinar del Hospital Infanta Sofía en San Sebastián de los Reyes (Madrid) propone utilizar la técnica de radiología vascular combinada con la intervención quirúrgica de mínima invasión.
María López García (Servicio de Anestesiología), Arancha Ramos Delgado
(técnico de rayos), José Rubio Valtueña y Julio Álvarez Bernardi
(Servicio de Ginecología), Carola Álvarez de Estrada (enfermera) y
Alexis Bravo de Laguna Taboada (Unidad de Radiología Vascular), del
Infanta Sofía. (Mauricio Skrycky).
La embolización y la laparoscopia se alían para maximizar sus
ventajas al tratar los miomas uterinos. Desde hace algunos años, la
embolización de las arterias uterinas se plantea en ciertas pacientes
como alternativa a la cirugía. Un equipo multidisciplinar del Hospital
Infanta Sofía en San Sebastián de los Reyes (Madrid) propone utilizar la
técnica de radiología vascular combinada con la intervención quirúrgica
de mínima invasión.
Así, estos médicos han puesto en práctica la
embolización prequirúrgica de las arterias uterinas como paso previo a
una miomectomía o histerectomía por laparoscopia. Los resultados de los
35 casos acumulados por este equipo sugieren que la unión de ambas
técnicas reduce las complicaciones relacionadas con la cirugía, el
numero de transfusiones -hasta el punto de no solicitar pruebas cruzadas
de sangre- y una disminución de la estancia hospitalaria.
Sin hemorragias
Julio Álvarez
Bernardi, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital
Infanta Sofía, explica que "el objetivo fundamental de la embolización
prequirúrgica es prevenir las hemorragias, que son las complicaciones
más frecuentes de este tipo de cirugía", pero esa reducción del riesgo
de sangrado se acompaña de otras ventajas con respecto a la técnica de
embolización única: "Uno de los principales inconvenientes de la
embolización como alternativa a la cirugía es su uso en pacientes con
deseo genésico, porque no se ha demostrado con total seguridad la
ausencia de riesgos -partos prematuros, alteraciones de la placenta- en
los embarazos tras ocluir las arterias. Eso no ocurre con la
embolización prequirúrgica, al no ser definitiva".
Para ello, en lugar de un agente embolizante que sella
el vaso de manera permanente, se emplea un material que, al cabo de una
semana, es reabsorbido, con lo que se recupera la vascularización. Así,
reducen el riesgo de que se produzca una necrosis en el tejido cercano.
Otra limitación que cuestiona la embolización
definitiva es que no permite analizar los miomas; no es frecuente, pero a
veces se ha comprobado a posteriori que el tumor embolizado era en
realidad un sarcoma.
Para José Rubio Valtueña, jefe de Sección en el citado
Servicio de Ginecología y Obstetricia, "nuestro planteamiento de
embolización previa a laparoscopia consigue hacer accesible una vía muy
poco agresiva para patologías que antes exigían intervenciones mucho más
invasivas: convertimos una cirugía abierta en laparoscopia o, en los
úteros de mayor tamaño, en minilaparoscopias".
Pioneros
Tras revisar la literatura
al respecto, Alexis Bravo de Laguna Taboada, coordinador de la Unidad
de Radiología Vascular en el hospital madrileño y otro de los artífices
del procedimiento, ha constatado que, además de la primera serie de
miomectomías realizada por un grupo en la Universidad de California en
San Diego, apenas hay experiencia en el mundo.
De hecho, el equipo del Hospital Infanta Sofía
presentará los resultados de su serie en el próximo congreso de la
Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (Sego), en mayo. "Además,
incluiremos datos de la embolización prequirúrgica en histerectomías,
sobre las que no hay casos publicados", recuerda Álvarez, que también
incide sobre los resultados de su serie en que ninguna de las pacientes
necesitó transfusión, "cuando en una miomectomía abordada por la técnica
convencional la probabilidad de necesitarla es superior al 5 por
ciento".
Lo que aporta la oclusión prequirúrgica
La cirugía en los miomas uterinos, cuya
prevalencia oscila entre el 20 y el 40 por ciento, se indica si hay
sintomatología o si el tumor crece mucho en poco tiempo. En algunos
casos, se plantea como alternativa a la vía quirúrgica la embolización
de las arterias uterinas.
La embolización prequirúrgica es un
procedimiento novedoso que combina las ventajas de la embolización
arterial uterina con las de la cirugía mínimamente invasiva, con la
laparoscopia.
La embolización prequirúrgica reduce hemorragias, complicaciones asociadas a cirugía y estancia hospitalaria.
https://hospitalinfantasofia.blogspot.com/2020/08/victoria-martin-egido-venir-trabajar-al.html
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