Y yo te lo cuento como si fuera un cuento: "Mirando las estrellas".
Acababa de comenzar la película y aunque las imágenes eran unos bonitos paisajes, ella seguía con esa mente en blanco. Le venían un sinfín de recuerdos, propósitos que se agolpaban y ya disfrutaba seguramente por la calidez de su carita.
Pasaba el tiempo y aunque la butaca era cómoda empezaba a entender porqué actuaba así la protagonista, ella seguía metida en su universo en el que de estrella en estrella creaba su realidad.
Había pasado una intensa semana, de espectaculares cambios de todo tipo. Su cuerpo ya maduro por el tiempo, esos años que no perdonan no se ajustaban con esa mente de niña ingenua que confiaba en todo.
Había sido feliz, lo seguía siendo, se sentía dichosa y vislumbraba lo mejor en el horizonte, pero sus sentimientos encontrados por el recuerdo del ayer y el porvenir espectacular que le esperaba le producían unas sensaciones que tenía que afrontar.
Estaba en un proceso duro que asumía y se reforzaba apoyada en sus Ángeles, esos en los que ella cree que sin duda la están protegiendo día y noche.
Los días pasan y con su mirada sincera que ella transparente y única nos mostraba, había rasgos de dolor y no precisamente físico.
Las lágrimas que sólo derramaba entre sus más allegados, esos a los que ella no le importaba desnudar su alma no conseguía atenuarlas.
Era fuerte y había pasado a lo largo de su vida por situaciones especiales que ella había asumido con coraje.
El tiempo todo lo calma y las ganas de conseguir su reto me anuncian que lo intentará con todas sus fuerzas….
El tiempo todo lo calma y las ganas de conseguir su reto me anuncian que lo intentará con todas sus fuerzas….
Continuará… Autora Victoria Martín Egido
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