Guía práctica para la implantación de unidades de gestión clínica.
El proyecto AMPHOS (Análisis para la Mejora de los Procesos
Hospitalarios), una iniciativa puesta en marcha en 2012 por la compañía
biofarmacéutica AbbVie y el Centro de Investigación en Gestión de la
Innovación en Salud del IESE Business School (CRHIM), ha lanzado la
‘Guía práctica para la implantación de unidades de gestión clínica
(UGC)’, que ofrece una metodología práctica y modular para implantar con
éxito las UGC.
Según Antonio Bañares, director de Relaciones Institucionales e
Iniciativas Estratégicas de Salud de AbbVie, “los objetivos estratégicos
que dan sentido a la gestión hospitalaria no pueden plantearse como un
conjunto de buenas voluntades. Para que realmente sean un instrumento
que oriente a la acción deben poder traducirse en indicadores capaces de
explicar tanto si avanzamos en la buena dirección como si hemos
alcanzado los resultados previstos”.Para lograrlo, la presente edición de AMPHOS focaliza su atención en las experiencias y trayectorias de un gran conjunto de profesionales sanitarios (en total, un panel formado por más de 60 especialistas).
En la misma línea Javier Mur, Senior Associate del Centro de Investigación en Gestión de la Innovación en Salud de IESE, subraya que “la creciente necesidad de flexibilizar estructuras sanitarias para mejorar la atención al paciente, unida a la insatisfacción de los profesionales, hace imprescindible un cambio en el modelo organizativo del hospital que permita conseguir la necesaria sostenibilidad y calidad de los servicios, y responder a las inquietudes de los profesionales. Las unidades o áreas clínicas, creadas por agrupación de servicios que comparten al paciente, son estructuras federativas eficientes que agilizan el proceso de toma de decisiones y se orientan al paciente y a los resultados”.
La continuidad asistencial basada en el paciente, clave para mejorar la eficiencia
La guía de AMPHOS apuesta por la conversión de los servicios tradicionales en Unidades de Gestión Clínica, basándose en el Patient Focused Care, lo que obligará a modificar el organigrama general del hospital para propiciar un marco que facilite el cambio de modelo. Para ello, debe implantarse un modelo organizativo que facilite la continuidad asistencial, la alianza entre servicios hospitalarios y la gestión por procesos, tanto en los que se lleven a cabo en el hospital como en los que se realizan fuera del centro.Los cinco puntos clave de mejora que propone la guía de AMPHOS son: gestionar el hospital como una empresa, orientado a la transparencia y a la búsqueda de resultados; desarrollar una política de recursos humanos más flexible, con formación continuada, que fomente la compensación al talento y la motivación; atención al ciudadano que promueva el uso racional de los recursos sanitarios; servicios asistenciales de calidad que eviten duplicidades; y, finalmente, poner el foco en la innovación y el progreso, desarrollando las TIC para conseguir una gestión integral y eficiente de los procesos hospitalarios.
Mejorar la atención al paciente y la motivación del profesional
El informe AMPHOS 2013 ya recogía entre sus principales conclusiones que la labor de las Unidades de Gestión Hospitalaria debe pivotar sobre la mejora de la atención al paciente, acompañado de un incremento en la motivación de los profesionales. La guía que se presenta ahora incide en ese enfoque y destaca la importancia de un trato cercano, con una mayor capacidad de respuesta y capacidad asistencial.En cuanto a los profesionales sanitarios, la guía pretende fortalecer el compromiso de todo el personal implementando diversas acciones que ya han resultado efectivas, como la democratización de las UGC, lo cual permite hacer partícipe de las decisiones a un mayor número de personas.
La guía AMPHOS propone una formación del personal sanitario centrada no sólo en el aprendizaje de los principios de la gestión clínica, sino también en la potenciación de las capacidades orientadas al fomento del trabajo en equipo, la reingeniería de procesos desde la óptica del paciente o la innovación y mejora continua de estos procesos.
Funciones y responsabilidades claramente definidas
“La simple transferencia de tareas, recursos, responsabilidades y riesgos no conduce a nada. Previamente al despliegue de la gestión clínica, es necesario revisar los procesos asistenciales para eliminar ineficiencias, y redefinirlos bajo la perspectiva de la respuesta integral al paciente. La importancia en la gestión depende no solo de los recursos materiales, sino también del capital humano, clave en la atención personalizada a los pacientes”, añade Antonio Bañares.Por ello, otra de las tareas más destacadas que señala el informe está directamente relacionada con la fijación de las distintas funciones y responsabilidades en los hospitales. De este modo, se establece que la UGC deberá estructurarse por procesos y que la estructura de la unidad distinguirá por un lado los servicios y por otra las distintas subdirecciones: gestión de pacientes, calidad, investigación, docencia y control del producto.
Título: Guía práctica para la implantación de unidades de gestión clínica (UGC). Informe 2014 AMPHOS. Análisis y mejora de procesos hospitalarios Edita: Centro de Investigación en Gestión de la Innovación en Salud del IESE Business School.
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